Apártate de las personas que no aportan a tu vida. Porción del Zohar Shemot.
/Shemot = estos son los nombres …
Tu nombre es muy importante porque representa el propósito de tu vida.
Pasaron casi 7 generaciones después de que los “Hijos de Yisrael” bajaron a Egipto. Y llegó un Faraón que no conocía a Yosef, su descendencia y su historia, y esclavizó al pueblo.
“Hijos de Yisrael”, representa el nivel de consciencia humana, es decir, este es el propósito (nombres) de Yisrael”.
Su propósito final no sería cumplido si no pasaban por Egipto primero.
Los momentos difíciles son parte del camino que debemos recorrer para cumplir nuestro propósito.
Mitzrayim = Egipto = estreches, opresión. Es el momento en que nuestra alma descendió a nuestro cuerpo.
¿Cómo perdió la conexión el pueblo de Yisrael?
Cuando alguien te repite una enseñanza o lección, lo que está haciendo es cumplir con el principio de “las cosas que están más asumidas son a las que la gente les deja de prestar atención”, olvidándose y dejando de darles importancia, y eso hace que se pierda la consciencia.
La evolución humana tiene 2 extremos: el esclavo y el Rey, donde el esclavo pierde la capacidad de “elegir”, sólo hace lo que dicta el Rey y éste le provee el sustento.
Todos los días tienes la capacidad de elegir o mantener una decisión. Estás obligad@ a decidir. Pregúntate: ¿La decisión que estás tomando es en contra de tu voluntad o no?. Hay sólo una energía de la que no somos libres nunca: “deseo de recibir placer”. No lo podemos evitar.
En esta porción comienza la historia de Moisés, el salvador del pueblo de Yisrael que iba a nacer y cuya debilidad, de acuerdo a los Egipcios, era el agua (dato curioso: Moisés era del signo Piscis).
Se da la orden a las parteras de matar a los bebés que nacieran. La madre de Moisés, lo coloca en una canasta en el agua para salvarlo.
Moisés se salva y crece en casa del Faraón. Es el profeta más grande de la historia, pero comienza su historia con un homicidio, luego un exilio, después se casa con la hija de un pagano, y se dedica a ser pastor de ovejas.
Y Moisés se relajó, entró en la zona de confort.
Cuando a Moisés le llega el mensaje de que tiene que salvar a su pueblo, empieza a poner excusas para no cumplir con su propósito, pero luego lo acepta. Todos hacemos lo mismo, es el llamado “rechazo al cambio” natural en los seres humanos.
Nos explica el Zohar:
¿Por qué el pueblo de Israel se volvió esclavo si estaban bien en Egipto con Yosef? Porque “comieron el pan de los egipcios”.
¿Qué significa “el pan”?
Fue el primer sub-producto que el ser humano creó. El pan representa “las acciones”. Es decir, que limitaron sus acciones y empezaron a actuar como los egipcios, y se acostumbraron. Bajaron su vibración al nivel de Egipto y se desconectaron.
Nos comportamos como las 5 personas con las que más compartes:
Estudios corroboran que el cerebro, después de un tiempo, entiende que si sigues escuchando o haciendo algo es porque lo aceptas, entonces terminas imitando a esas personas, en lo bueno y malo. Por eso hay que juntarse con gente sabia.
Esto ocurre más allá de nuestra voluntad. Una vez que yo “acepto” convivir con alguien con una actitud negativa y que no me aporta, mi cerebro comienza a aceptar que es correcto.
El Talmud dice: “Dime con quién andas y te diré en que te convertirás”. Pregúntate: ¿de quién estás comiendo el pan?
Tu nivel de consciencia es lo que te ayuda a no caer en lo que hace la otra persona, pero en algún momento, tarde o temprano, si no te apartas “caerás”. ¿Por qué? Con ellos tienes afinidad de forma en algo, sino no los atraerías a tu vida y no aceptarías estar con ellos.
Un ejemplo personal:
Cuando vivía sola mantenía una alimentación bastante saludable, pero me costaba mucho pues me encanta comer rico y no me gusta cocinar. Cuando me mudé con mi novio, que tampoco cocina y también le gusta comer rico, caí y empecé a ser más permisiva con la comida chatarra. Es un detalle pequeño, pero que conscientemente busco mantener en equilibrio. Y tú, ¿en qué tienes afinidad de forma con esas 5 personas con las que más contacto tienes?.
No puedes tener a alguien en tu vida que sea una carga, pues está gastando tu energía en vez de aprovecharla y no está avanzando contigo.
¿Cómo saber si una persona es buena amistad o buen pariente?
Las personas que están a tu alrededor son capaces de escucharte, ayudarte y acompañarte. Un buen amigo, te escucha, acompaña y apoya.
Se alegra en tus alegrías y siempre desea que te vaya mejor.
Aporta a tu crecimiento, te ayuda e inspira a crecer. Tiene tu admiración, y te nace imitarlo.
No te rodees de personas que:
Una persona con malos pensamientos e ideas incorrectas, tiene una Bináh mala. El “mal de ojo” está relacionado a la sefiráh de Bináh (responsable de los ojos). Es decir, no recibas ni envidies la vida de las personas de malos pensamientos y acciones.
Las personas que “no son buenas”, no te ayudan en el logro de tu propósito, déjalos y avanza, y cuando ellos estén listos te seguirán si quieren, y tú estarás allí para ellos.
Suena fuerte pero: que se vayan y cambien, y luego que sean tus amigos.
“El tiempo es vida”, por lo que si vas a compartir con personas que no te aportan a tu vida a tu propósito, “estás perdiendo vida”.
¿En qué áreas de tu vida te sientes esclavo aún?¿Con qué personas compartes en esa área de tu vida? Apártalos de tu vida si no te aportan, pues sino el sistema los sacará de una forma más dolorosa.
Ama a tu prójimo como a ti mismo, entonces: ¿Cómo te amas? Primero eres tú y tu amor propio, y luego así, amarás al otro.
Escoge lo mejor para tu vida, amigos que tengan la misma sintonía que tú y te ayuden a ser mejor.
¿Existe idolatría en nuestros seres cercanos?
Si sienten que todo depende de los políticos, el país, Dios, etc.
Religión = reducción humana de la sabiduría universal.
¿Qué tanta influencia te queda de tu religión si ahora prácticas la Kabbaláh?¿Se te infla el ego con el conocimiento que tienes ahora? Si es así, eso aún sigue los modelos religiosos, independientemente de la religión que sea.
La Kabbaláh dice que cada quien tiene su proceso, por lo que no se nos puede inflar el ego ni podemos enjuiciar a nadie por su religión o las experiencias que está viviendo. Todo lo que ocurre es porque tiene que ocurrir y está donde tiene que estar, nada es casualidad, por lo que no hay espacio para el juicio hacia otros ni hacia nosotros mismos.
Sólo hay que intentar siempre hacer lo mejor posible y dar nuestro 100%. Lo que sea que hayamos vivido nos lleva a donde estamos ahora, tanto las cosas buenas como las malas.
Un abrazo y bendiciones,
Reflexión y síntesis de la clase del Zohar de A. Esteban Acuña Nuñez Z”L de Fundación Kabbalife