¿De qué forma nos responde la Kabbalah?

Antes de responderles esta pregunta, me gustaría ponerlos en contexto de lo que estaba experimentando en mi vida al momento en que decidí escribir este artículo.

Para empezar con la lista de acontecimientos, desde lo externo hacia lo interno: estamos viviendo la Era de Acuario, es decir, la evolución del ser humano inminente; los astros está vueltos locos en el cielo haciendo que esto ocurra en nosotros; nosotros vueltos locos aquí abajo experimentando pensamientos y emociones diversas asociadas a estos movimientos planetarios y de acuerdo a nuestro nivel de consciencia, conocimiento y auto-conocimiento; tiempos de pandemia y crisis mundial en todos los ámbitos, económico, social, político, de salud, de la naturaleza; enfermedades, accidentes, muertes; y podría continuar pero se haría muy largo.

Por otro lado, como señal de confirmación para mi, me comienza a llegar información departe de maestros kabbalistas reconocidos (que no voy a nombrar) sobre la “llegada del Mashíaj”, “la quinta dimensión”, “el nacimiento del ser cristal”, “la elevación de la consciencia humana” (tiene muchos nombres), etc. Y por supuesto comienzo a indagar sobre el tema y sigo buscando comprender, y sigue apareciendo información. Los maestros comienzan a revelar más información, cada vez más profunda, insistiendo en que los seres humanos estamos listos para recibir este conocimiento. Y me encuentro con un maravilloso seminario del maestro Mario Sabán “Mantras meditativos de Shalom Sharabi”, y dentro de mi digo: ¡esto sigue confirmando el camino! ¡lo voy a hacer!.

El maestro Sabán, con esta explicación puntual dentro de la clase, me hizo comprender además que necesitaba “compartir” mucho más porque últimamente me ha llegado mucho y no he entregado casi nada (lo cual genera pan de la vergüenza), y es que tanta información nueva desencadena procesos internos profundos de adaptación, entendimiento e integración y he estado (como muchos) desenmarañando todo.

Y aquí llegamos al presente y les quiero contar esto que aprendí, que ni siquiera era la parte central del curso pero que me pareció muy importante:

Todas las respuestas a las preguntas siempre llegaran desde dos perspectivas, infinita y finita, es decir, la respuesta puede venir desde los mundos sutiles de Jojmáh, a través de la intuición, o desde el canal de Bináh a través del intelecto. Ambas, llegan desde Kéter por estos dos canales. Siempre depende desde donde lo veas, lo enfoques o lo preguntes.

Entonces, en palabras más sencillas, cualquier pregunta tiene dos respuestas, una que viene desde en un plano infinito (Unidad), y otra desde un plano más finito y limitado (material), es decir, depende desde donde lo estés preguntando puede llegar la respuesta, y viceversa. Incluso, si tu estás en proceso de expansión o evolución y haces una pregunta desde tu ser más mundano o limitado puede ser que te llegue una respuesta desde la expansión porque estás en camino hacia ella y el sistema se da cuenta y te vuelve a incorporar en ese camino con esa respuesta. Espero haberme explicado.

Básicamente, siempre vamos a movernos entre la Luz infinita y el mundo limitado, a oscilar entre estos dos aspectos, y te pueden llegar las respuestas bien a través de tu intelecto estudiando Kabbaláh, y en la medida que avanzas tu consciencia limitada se va expandiendo poco a poco y de forma natural, o te pueden llegar revelaciones directas a través de la intuición o una meditación profunda.

Así que mis queridos, nada más que decirles, que hay que abrirse a las respuestas, y seguir preguntando para crear las vasijas necesarias para que la Luz baje desde todas las direcciones; y cuando te llegue una respuesta, siempre busca la comprensión desde ambos sentidos para que comprendas dónde estás tu y hacia dónde tienes que ir.

Este tema se puede extender mucho más pero aquí les dejé una semilla.

Un abrazo grande y bendiciones, y espero que esto les aporte algo en sus vidas.