La consciencia del ser humano determina el comportamiento de su entorno. Porción del Zohar Nóaj.
/Debido al aumento del “hamas” (violencia, depravación y robos) en la tierra, Hashem decidió borrar a la humanidad porque ya no había forma de corregisrse, pero Nóaj encontró gracia en los ojos de Hashem, es decir, que Hashem vió a Nóaj con otros ojos distintos que al resto de la humanidad.
Noáj fue considerado un “tzadik”, un justo, que caminaba con el Creador.
En Bereshit siempre se habla del Creador como “Elohim”, nombre correspondiente a la sefiráh de Gevuráh, pero además, los Kabbalistas nos explican que Elohim suma 86, que es el mismo valor numérico que refiere a la naturaleza.
Entonces, que Nóaj caminó con Elohim, es que caminó con la naturaleza, es decir, que Nóaj tenía un conocimiento de la conexión con Hashem desde la naturaleza, desde lo físico, y siempre la mantuvo y la respetó.
Desde su nivel de consciencia, Nóaj lo hizo lo mejor que pudo, y eso es lo que debemos hacer nosotros. Lo importante es que con el conocimiento que tengas hagas lo mejor para ser el mejor ser humano que puedas ser. Y así el Creador dijo: Es un justo.
Siempre debemos ponernos en contexto pero sin caer el compararnos con los demás, pues caeríamos en el juicio y somo seres únicos, con cualidades y propósito único. Cada quien tiene su proceso. No debemos comparar a Nóaj con Abraham o Moisés, eran contextos y niveles de consciencia distintos.
Así, el Creador salva por el mérito de Nóaj, a su esposa y sus hijos, y las esposas de sus hijos, en total a 8 personas.
Cuando viene el cataclismo “mabul”, viene para borrar toda la vida de la faz de la tierra. ¿Y los animales? ¿qué culpa tienen? La consciencia del ser humano determina el comportamiento de la naturaleza que lo rodea, por lo que también corrompieron a su entorno y por eso tenían que morir todos.
No es coincidencia que cada año la porción Noaj se lea en la Luna Nueva de Escorpio, porque fue el día 17 del mes de Escorpio que sucedió el diluvio (el cataclismo), cuando la Luna Llena estaba en su máxima expresión.
Y así, Nóaj y su familia reiniciaron a la humanidad.
No compararme con los demás.
Dentro del contexto en que estoy y el conocimiento que tengo, hacer lo mejor que pueda.
La raza humana y su tendencia al mal:
En la historia del diluvio, “Naamáh”, la esposa de Noaj era descendiente de Cain, por lo que los genes del primer homicida de la raza humana permaneció en la humanidad. Pero no toda la tendencia al mal viene por los genes, todos tenemos el ego, que es inclinación al mal también.
Cuando sabes como hacer el bien, conoces las reglas y los principios de la Toráh que Hashem creó para que tuviéramos una vida plena y llena de gracia, y aún así no cumples con todo esto, se dice que lo hiciste “intencionalmente” y con “consciencia”, y esto crea una energía que bloquea el esplendor divino del Creador.
Es difícil pensar que queramos fallar intencionalmente pero, si aquello que ya sabes que no estás haciendo bien, lo sigues haciendo igual, o te sigues exponiendo ante una situación que te tienta a hacerlo, es considerado “intencional y con consciencia”. Si ya existe en ti el conocimiento de que algo está mal y aún así lo hiciste, es intencional.
Por el contrario, la ignorancia o cuando el instinto toma el control (el ego), “no” es considerado un acto intencional o consciente, tu instinto te dominó. Entonces, no se pierde la imagen de Elohim, porque no lo hizo con la intención, y el esplendor divino del Creador sigue fluyendo.
Atentar contra los principios de la Toráh o las que la sociedad donde te desenvuelves a creado, crea una energía que bloquea el esplendor divino del Creador, el sistema te juzga y disminuye la chispa divina en ti. Entonces, comienzas a sentir que los demás no te respetan, sientes miedo de los otros, etc. Estas son formas de darte cuenta que hay aspectos de tu alma divina que debes corregir, y que hay algo que estás haciendo mal.
Si por el contrario, haces lo correcto, retienes el esplendor divino y el efecto es que todas los seres sintientes a tu alrededor sienten y manifiestan respeto ante ti porque es potente el “Zelem Elohim” (la imagen y semejanza a Elohim).
Al único que se le debe tener temor reverencial es al Creador, no tenemos porqué temerle a nada si Hashem está con nosotros (su esplendor). Cumpliendo las leyes y aplicando el conocimiento divino, podrás crecer y evolucionar.
También cuando se me olvida todo esto y no veo la imagen de Elohim en otros, porque todos somos Elohim, me convierto en una “bestia”, porque las bestias no ven la imagen de Elohim. Entonces “no” debemos juzgar a otros.
No atentar ni de pensamiento ni de acción contra las leyes de Elohim.
Un abrazo y bendiciones,
Dany
*Tomado de la clase del Zohar de A. Esteban Acuña Nuñez Z”L de Fundación Kabbalife