Crea tu plan de acción, medita y conecta con la certeza
/Vayishláj = Y envió, y mandó…
Jacob y su familia se escaparon de las tierras de Laván por la noche. En el camino hacia las tierras de su padre, tenía miedo del re-encuentro con su hermano Esav, pues fué por él que se fueron de allí años atrás.
Así que hizo un plan (1%) y separó a su familia en dos campamentos, por si uno era atacado, entonces el otro sobreviviría.
Dice la Toráh que además, se retiró por unos minutos a meditar (99%), y apareció un ángel en forma de hombre con el que peleó fuertemente, hasta que el ángel le dijo que tenía que irse. Jacob le pide que lo bendiga primero y así lo soltaría, y el ángel le dice: Te llamarás “Israel”, porque luchaste con muchas personas y contra Dios, y triunfaste. Israel significa “vencedor”, el que triunfa.
Y así, se encontraron los hermanos, se reconciliaron y quedaron en paz.
¿Qué nos enseña esto?
Está bien hacer nuestras estrategias o planes basadas en el 1%.
Pero, hay que meditar y conectarnos con el 99% también.
Suceden cosas que te ponen a prueba, y tu creas estrategias para resolverlas (mundo material). Pero estando sólo en ese nivel, Hashem hace que, a través de situaciones, se generen aprendizajes para recobrar la certeza y conectarnos con el 99% de nuevo. Te obliga a confiar, y cuando confías, ocurre el milagro y todo fluye.
El Zohar nos dice:
Si Hashem ya nos dió todo y nosotros tenemos todo lo que necesitamos, ¿para qué orar?
No por Hashem, sino porque nosotros necesitamos convencernos al “escucharnos” de que lo tenemos todo y somos bendecidos. Recobrar la certeza.
La oración de Jacob lo protegió de Esav, cambiando la intención de Esav y que este lo perdonara y no lo atacara.
¿Qué es el mérito? En hebreo se escribe “Zejut”, y son puntos de merecimiento.
Abstenernos de hacer acciones negativas, las buenas acciones y el dar, acumulan “Zejut”, por Ley de causa y efecto. Entonces, cuando necesitamos ayuda en la vida, el Universo evalúa nuestros “méritos” a ver si “merecemos” que todo fluya bien.
A pesar de los méritos de Jacob, éste rezó y no dejó que su “Zejut” lo protegiera sino una nueva plegaria, porque él quería dejar sus “méritos” en herencia para sus descendientes.
Entonces, oramos para ganar méritos extras y así conservar los que tenemos para otra oportunidad.
Cuidado con creerte muy bueno, y por eso no orar. Quizás has cometido errores que no te has dado cuenta. Así que mejor orar para obtener ayuda extra y garantizar el éxito.
¿Qué es la oración?
Nos permite ganar mérito para situaciones específicas. Pues a veces por afinidad de forma no han llegado esos méritos para ayudarnos en ciertas situaciones.
Las oraciones son palabras de “auto-conocimiento, auto-análisis y auto-comprensión. Necesito conocerme suficiente para poder saber cual es mi verdadero deseo, mis debilidades y fortalezas, y así poder usar mi poder intelectual (conocimiento), transformarlo en verbo, y que así se cree la realidad. El poder de la palabra.
Jacob analizó, conversó consigo mismo, y pidió con sabiduría lo que necesitaba porque sus méritos anteriores no lo ayudarían, pues estaban relacionados a otra área de su vida. Y dijo: “necesito protección de mi hermano Esav”.
Tips para orar:
Usar las plegarias que otros escribieron en relación al tema que estoy orando.
Utilizar una “segulá” o poder espiritual de alguno de los salmos.
Basarse en el autoconocimiento y ser precisa. Por ejemplo: si quiero prosperidad y abundancia, debo orar diciendo: “deseo tener más abundancia material de la que tengo.”
Si algo no ha llegado a tu vida, quizás no has orado suficiente, o no has orado bien.
Al orar, tu consciencia baja al nivel del lenguaje, para crear la realidad. Esta energía creada con las palabras precisas, y por afinidad de forma, atraerá la energía necesaria para lograr el éxito.
Por Dany Nessi
Tomado de la clase del Zohar porción Vayishlaj de Fundación Kabbalife Chile (https://kabbalife.com/)